A ti también te ha pasado.

Empezar en un nuevo trabajo y andar pez durante días (¿semanas?, ¿meses?)

No tener ni idea de las cosas y sentirte un poco insistente cada vez que tienes que hacer oootra pregunta (porque nadie te ha explicado nada).

Lo que piensas que todos están diciendo de ti

Lo que viene siendo un síndrome de «el nuevo» con todas las letras, vamos.

Y no mola nada.

Se pasa mal y, si esa situación se eterniza, pueden pasar varias cosas (ninguna buena, ya te lo decimos).

La buena noticia es que nada de esto tiene por qué pasar si diseñas un proceso de onboarding como está mandao.

Ven, que te explicamos qué es eso del onboarding y por qué te interesa para evitar muchas cosas (malas) para tus empleados, para tu empresa y, si la cosa se desmanda, hasta para la paz mundial.

Venga, que te lo contamos todo.

¿Qué es el onboarding?

El onboarding es «eso» que pasa entre la llegada de «el nuevo» y el momento en el que está integrado en tu plantilla y dándolo todo por tu empresa.

Hace que tus nuevas incorporaciones se sientan bien acogidas y se integren bien en el equipo.

Y eso no se consigue dándole un manual al nuevo para que se «entretenga» durante su primer día de trabajo.

Eso solo hará que se sienta olvidado y que perciba una desorganización que nadie quiere para la empresa en la que empieza a trabajar.

Cuando «el nuevo» no lo supera

Malo para tu nueva incorporación, para la que se prevé un síndrome de «el nuevo» interminable.

Malo para tu empresa, que habrá perdido una oportunidad única de crear una primera buena impresión en un miembro de su plantilla.

Con este onboarding (por llamarlo de alguna manera), esto es lo que vas a conseguir a corto plazo:

  • Desmotivación.
  • Falta de productividad.
  • Riesgo de pérdida de talento.
  • Los costes derivados de todo ello.

Sí, ya suponemos que no te da la vida para sacar todo tu trabajo diario y que una nueva incorporación te trastoca la agenda.

Pero piensa que el diseño de un buen plan de onboarding te va a ahorrar mucho tiempo en las incorporaciones futuras.

Ventajas de un buen proceso de onboarding

¿Qué consigues haciendo que el nuevo miembro de tu plantilla se sienta acogido y pille rápidamente la cultura y el funcionamiento de tu empresa?

 

  • Acortas (o eliminas) el síndrome de «el nuevo».
    Miembros integrados en el equipo ipso facto.
  • Aumenta la retención de talento.
    Nadie quiere trabajar en una empresa desorganizada o en la que siente que no se le valora; sin un onboarding en condiciones, tus nuevas incorporaciones se irán en cuanto puedan.
  • Mejora la productividad.
    El nuevo miembro de tu plantilla tendrá las herramientas necesarias para ser más autónomo y hacer mejor su trabajo.
  • Aumenta el compromiso con la empresa.
    Onboarding y motivación van juntos. Los primeros días son clave para hacer que los nuevos miembros de tu equipo se sientan cómodos e identificados con los valores de tu compañía.
  • Reducción de costes.
    Una plantilla motivada y eficiente es lo mejor que le puede pasar a tu organización; y es justo lo que consigues con un buen onboarding.
  • Mejora la percepción de la empresa por parte de la plantilla.
    Imprescindible para que tu equipo se comprometa con tus valores y tus objetivos.

Fases de un proceso de onboarding

Cuanto más extenso sea el proceso de onboarding, más efectivo será. Así que alárgalo sin miedo y utilízalo para integrar al nuevo miembro en el proceso formativo de tu empresa.

Aun así, podemos dividirlo en varias fases:

1. Preonboarding

¿Por qué esperar al día de la incorporación?

El preonboarding te permite empezar a preparar el terreno para la incorporación del nuevo miembro de tu equipo desde antes de conocerlo.

Empieza en la propia oferta de trabajo

La oferta tiene que servirte para encontrar a tu nuevo fichaje, pero también para que este tenga información suficiente para decidir si le interesa trabajar contigo o no.

Dale toda la información posible sobre el puesto y sobre tu compañía. También es el lugar perfecto para empezar a compartir tu cultura de empresa.

Aprovecha los días anteriores a la incorporación

No esperes a tenerlo en la oficina o sentado ante el ordenador de su casa en su primer día de trabajo para darle un montón de documentación que leer. Así solo conseguirás saturarle (y perder tiempo).

Este no llegó al segundo día

Envíale información sobre la empresa y la documentación que necesite leer antes de empezar.

¿Tienes un manual de bienvenida? Pues es el momento de compartirlo.

Explícale cómo va a ser su primer día de trabajo

Nada mejor que unos buenos nervios durante el primer día para no retener información importante.

Elimina la incertidumbre del nuevo miembro de tu equipo diciéndole lo que se va a encontrar al llegar a tu empresa. Le ayudará a tranquilizarse y a presentarse con más confianza.

2. Los primeros días del onboarding

Aquí es cuando el síndrome de «el nuevo» puede comenzar a hacer estragos en tu nueva incorporación.

¿Cómo puedes evitarlo?

Explícale lo que necesita saber para desenvolverse en tu empresa

Muchas organizaciones consideran que el proceso de onboarding consiste en orientar al nuevo para que más o menos pueda manejarse mientras desespera acaba de hacerse con su puesto.

Empresas optimistas, sin duda.

Las mismas que luego ven cómo la rotación de personal les hace perder un montón de tiempo y dinero, además de mucho talento.

Asegúrate de que el nuevo miembro de tu equipo conoce tu empresa, acompáñale y enséñale dónde está todo y cómo funcionáis, pero no lo abandones a su suerte en este punto (a menos que no te importe perderlo o que no pueda hacer bien su trabajo).

Preséntale a tu equipo

Y, si puede ser a toda la plantilla, mejor.
Si es una compañía pequeña, hacerse un mapa mental de quién es quién y cómo puede ayudarle cada uno le dará mucha autonomía a la hora de hacer su trabajo.

Nombra a un anfitrión para sus primeros días

Una persona de referencia que le resuelva las dudas típicas de esos días y a quien pueda recurrir en confianza.

Básico para que se adapte con más tranquilidad a su nuevo trabajo.

Dosifica la información

Previsiblemente, tu nueva incorporación será un ser humano (y tendrá los límites cognitivos propios de su especie).

No satures su cerebro con toooda la información que va a necesitar a lo largo de su carrera contigo; es contraproducente, créenos.

3. Onboarding nonstop

Si muchas empresas acaban su onboarding enseñando al nuevo dónde están la cocina y los baños, imaginarás que lo del onboarding nonstop es ciencia ficción para ellas.

¿Qué puedes hacer tú para no caer en su mismo error?

Haz un seguimiento semanal del onboarding

Siéntate una vez por semana (los viernes son ideales para un café informal) para darle feedback y resolver todas las dudas que seguro que le habrán ido surgiendo durante esos días.

Lo agradecerá y a ti te servirá de termómetro para saber cómo va su adaptación y si necesita algo más de ti para incorporarse a tu empresa de la mejor manera posible.

Explícale los procesos internos de tu empresa

Si tenéis unos procedimientos establecidos será por algo. Asegúrate de que los conoce; evitarás confusiones, pérdidas de tiempo y desconcierto por parte de tu nueva incorporación.

¿Cómo es tu producto y a quién va dirigido?

Si tu equipo no sabe cuál es el objetivo final de su trabajo, mal vamos.

¿Qué hace tu empresa? ¿Para qué?

Dale la oportunidad de conocer tu producto o servicio a fondo y de saber a quién va dirigido y cómo resuelve sus necesidades.

Inmersión (salvaje) en producto

Le ayudará a tener una visión completa de tu empresa y a situarse dentro de ella.

Crea equipo

El teambuilding, eso que suena tan americano, es, en realidad, básico para tu empresa.

Dales a tus equipos la posibilidad de conocerse más allá de su interacción laboral diaria y crea vínculos personales entre ellos.

Resumiendo: crea comunidad y sentimiento de pertenencia a tu empresa.

Very important para crear buen rollito.

Entrena continuamente a tus equipos

En la vida no dejamos de aprender nunca (y más nos vale); en tu empresa, lo mismo.

Forma continuamente a tus equipos para mejorar sus capacidades y mantenerlos motivados.

La formación es uno de los puntos más valorados por la plantilla a la hora de quedarse en una empresa; tenlo en cuenta para retener el talento interno de tu organización.

Diseña un onboarding digital para petarlo

Ahora que ya sabes qué tienes que darle a tu nuevo fichaje para hacer de su incorporación un proceso memorable, solo te queda elegir una última cosa: el cómo.

¿Cómo vas a darle esa información?

Tienes 2 opciones:

La primera: freírlo a datos (spoiler alert: sale mal).

Instrucciones para un fracaso en 2 pasos:

  • Sepúltalo bajo un montón de documentos (físicos o virtuales) para que almacene toda esa información en su pobre cerebro humano (buena suerte).
  • Ponle a una persona encima para resolver cada una de las dudas que le surjan (que no serán pocas).

Si quieres desperdiciar un montón de tiempo y recursos y agobiar al nuevo hasta que desee escapar de tu empresa, enhorabuena: esta es tu opción.

Garantía absoluta de aburrimiento y, por lo tanto, de falta de aprendizaje (las formaciones aburridas es lo que tienen: no funcionan #esoesasi).

La segunda: currarte un onboarding digital épico.

La mejor opción en cualquier caso pero, si trabajáis en remoto, ni te contamos.

Impepinable.

El trabajo en remoto tiene cosas buenas, pero evitar el aislamiento y la falta de información de tus equipos supone un esfuerzo extra respecto al trabajo presencial.

Lo de conocer a la plantilla se complica, el contacto con los compis se enfría y de lo de preguntar al primero que pasa por tu lado, en fin, ya te puedes olvidar.

Por eso es importante cuidar (mucho) la fase de acogida de la nueva incorporación en el equipo y, además, darle feedback constante.

Onboarding justito

Muy bien, pero, ¿qué pasa con la formación? ¿Y con esas dudas que no puedes resolver en la mesa de al lado?

Nos encanta que nos hagas esas preguntas (porque te van a encantar las respuestas).

1. Forma (bien) a tus equipos con entrenamientos gamificados

¿Por qué somos tan fans de la gamificación? ¿Y de la microformación?

Pues mira, por 3 cositas:

 

  • Son prácticas.
    Tus equipos pueden aprender en cualquier momento y desde cualquier lugar.
    Cuando mejor les vaya, vamos.
    Un dispositivo con conexión a internet y a correr.
  • Son divertidas (= efectivas).
    Los microentrenamientos duran entre 5 y 10 minutos (lo justo para no saturar elñ cerebro y que la información sea fácil de retener).
    Además, la gamificación hace que el aprendizaje sea divertido y facilita la asimilación de los conceptos.
  • Son medibles.
    Puedes comprobar los avances de los miembros de tu plantilla y crear contenidos para cubrir las necesidades de aprendizaje que detectes en tu empresa.

2. Resuelve todas las dudas de tu plantilla con un chatbot

Vale, trabajando en remoto no podemos echar mano del compi de al lado para resolver dudas, pero ¿y si tuvieras el conocimiento de todos los miembros de tu equipo siempre a mano y a un solo clic?

Eso es lo que tienes con un chatbot resuelvedudas. ¿Qué qué ventajas tiene eso?

 

  • Tus equipos ahorran (muuucho) tiempo buscando información.
  • Las personas expertas de tu organización ahorran todo el tiempo que pasan respondiendo siempre a las mismas preguntas.
  • Tu plantilla aprende constantemente.

¿Necesitas ayuda con el proceso de onboarding de tu empresa?

¿Sí? Pues mira, llegas en el momento justo para probar gratis la herramienta con la que podrás crear ese onboarding digital épico del que te hablábamos antes.

¿Quieres acabar con el temido síndrome de «el nuevo» en tu empresa? ¿Y ahorrar tiempo resolviendo en un pispás todas las dudas que ralentizan su trabajo?

Buenas noticias, pues; con Zapiens podrás hacer todo eso (y alguna cosita más que aún no te hemos contado).

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