¿Te has puesto las pilas con la formación en tu empresa?

¡Enhorabuena!

Seguro que ya estarás notando los resultados, ¿verdad?

Claro que sí. Y dinos, ¿en qué lo notas?

Eeeem… pues…

Nos lo temíamos.

La verdad es que no es nada fácil medir el retorno de la inversión en formación (ROL para los amigos, de su nombre en inglés Return On Learning).

No hay métricas claras para hacerlo, y así es complicado saber si lo estamos petando con la estrategia formativa o si lo que pensamos que es una inversión no es más que la manera perfecta de tirar el dinero.

Que eso de la cultura de aprendizaje está muy bien, pero si no sabemos si nos está funcionando o no, mal vamos.

Pero tranqui; don’t panic, que hay soluciones para todo, así que hoy te vamos a explicar cómo calcular el ROL en tu empresa.

¿Medir la formación o contratar nuevos profesionales?

Medir o contratar. He aquí la cuestión.

La pregunta que siempre se hacen quienes nunca se han planteado medir el ROL.

Claro.

Porque no saben si la formación a la que están dedicando parte de su presupuesto es rentable.

Si les sirve mucho o poco (o nada) o si quizás sería mejor contratar a alguien que ya viniera con la formación hecha de casa.

Pues aquí, como en muchas otras cosas en la vida, la respuesta es «depende».

Lo que está claro es que en un entorno como el actual, en el que los cambios llegan y se instalan en nuestras vidas a la velocidad de la luz, o espabilas y te formas para seguir el ritmo del mercado o ciaito.

Hay quien no quiere complicarse la vida y prefiere contratar profesionales con formación específica para cubrir las necesidades de su empresa.

Y hay quien prefiere mantener una plantilla base bien formada y contratar solo en los casos en los que esa plantilla no es suficiente.

¿Ventaja de esto último?

Que, al mantener una plantilla siempre preparada que funciona a la perfección, es más fácil adaptarse a las nuevas necesidades.

Es tan sencillo como incorporar nuevas piezas a la estructura. Y, aquí sí, decides si te conviene más capacitar a tu equipo para cubrir esa nueva necesidad o contratar nuevos miembros para tu plantilla.

¿Por qué debemos medir el retorno en la formación (ROL)?

Pues muy fácil: porque sin datos no podemos tomar decisiones.

¿Está funcionando tu estrategia formativa? ¿Es rentable? ¿Cuánto?

Medir el ROL te permite:

1. Mejorar la estrategia formativa (y potenciar las competencias de tu equipo que te resultan más rentables)

Las métricas no te dirán solo si la estrategia está funcionando.

También podrás saber si estás ofreciendo las formaciones que tu equipo necesita y cuál de tus líneas de formación te está dando un mejor retorno.

Es decir: cuál es más rentable.

Es decir 2: en cuál poner más pasta.

2. Cuantificar las futuras inversiones en learning

Llega el momento de hacer el presupuesto para tu empresa y, con él, el de decidir dónde invertirlo.

Hay muchos departamentos y todos te dirán que el suyo es el más importante.

Marketing será, probablemente, una de las partidas que se lleve un pellizquito más grande.

Pero tampoco puedes olvidarte de la contratación, de la compra de material ni, por supuesto, de la formación.

La cuestión es: ¿cuánto debes invertir en cada departamento para que todo vaya de la mejor manera posible?

El equilibrio es imprescindible y, para acabar de ponerlo fácil, este cambia según el momento en que se encuentre tu empresa.

Conocer el ROL te permite saber la importancia de la inversión en aprendizaje y repartir tu presupuesto de la manera más rentable.

¿Qué datos necesitas para calcular el ROL?

Eso del aprendizaje funciona.

Peeeero no es inmediato.

Es lo que tiene; que el conocimiento necesita su tiempo para asentarse y desplegarse.

¿Qué pasa?

Que el ROL no es tan rápido ni sencillo de calcular como el ROI (retorno de la inversión).

Malas noticias: no existe una fórmula exacta para calcular el ROL.

Menos malas noticias: eso no quiere decir que no pueda hacerse.

Teniendo en cuenta los gastos en formación y los beneficios directos, podrás tener suficiente información como para saber si la cosa está funcionando o no.

¿Qué gastos e ingresos necesitas para calcular el ROL?

1. Los costes de la formación

Algunos de estos datos variarán entre formaciones online o presenciales, pero, en definitiva, lo que necesitas conocer es:

  • El salario del personal que ha participado en la formación. Normalmente corresponderá al sueldo del personal docente, aunque si ha participado alguna otra persona, también deberás tenerlo en cuenta.
    Para cuantificarlo correctamente, calcula el precio por hora.
  • El coste de la formación en sí. El curso, los contenidos o los materiales, si los hay.
  • La inversión en tecnología asociada al learning. ¿Has tenido que comprar o desarrollar un software para la formación? Pues no olvides incluirlo en los costes.

2. Los ingresos directamente relacionados con la formación

Si estás invirtiendo en aprendizaje, será porque esperas obtener un beneficio a cambio, ¿no?

Pues este es el momento de ponernos en modo Tío Gilito y contar los dineritos que han entrado y que están directamente relacionados con esa formación.

Aquí hay cuartos

Vale que no es algo fácil de cuantificar, pero vamos con algunos indicadores que te pueden ayudar a hacerlo:

  • ¿Han aumentado los ingresos relacionados con el proceso que pretendías mejorar con el aprendizaje?
    ¿Qué querías conseguir? ¿Ahorrar tiempo? ¿Cubrir una necesidad nueva dentro de tus proyectos?
    Mide los resultados económicos de ese proyecto antes y después de implementar la formación y echa cuentas.
  • ¿Has puesto nuevos proyectos en marcha a raíz de la formación?
    Esta es fácil: si el aprendizaje te ha permitido crear una nueva línea de ingresos, esos beneficios son claramente fruto de su implementación.
  • ¿Hay otros proyectos que se hayan podido beneficiar del training?
    Los miembros de tu equipo trabajan en varios proyectos o procesos. Y sus conocimientos van con ellos a todas partes, así que es fácil que alguno de ellos se haya beneficiado de lo aprendido.
    Fíjate bien en si los otros proyectos en los que participan los miembros de tu equipo han aumentado también sus ingresos.

Que no hay una métrica estándar para el ROL, vamos, así que crea las tuyas propias basándote en estas indicaciones y calcula si tu inversión en formación está dando los resultados que esperabas.

 

¿Puedo aplicar el ROI al learning?

Pues mira: sí.

Pero teniendo en cuenta alguna cosilla que ahora te contamos.

El ROI es el equivalente al ROL en contextos no relacionados específicamente con la formación.

Se usa mucho en marketing, pero en realidad sirve para medir la rentabilidad de cualquier inversión que hagas en tu empresa, de ahí su nombre (Return of Investment).

Lo que hace es cuantificar la relación entre la inversión y los beneficios obtenidos a raíz de ella.

El ROL es una aplicación del ROI a la inversión en aprendizaje, así que para calcularlo puedes utilizar los datos que te sugeríamos más arriba y así estimar un porcentaje del retorno de la inversión en formación.

[(beneficios – inversión) / inversión] * 100= % ROI

La cosilla que te decíamos antes que tendrías que tener en cuenta es que, en el caso de la inversión en aprendizaje, los resultados pueden tardar en notarse.

Es decir: que igual los beneficios de la formación que acabas de impartir no acaban asomando hasta dentro de 3 meses.

No lo olvides a la hora de valorar si te están saliendo los números o no.

En learning, los datos intangibles tienen mayor recorrido

¿Qué quiere decir esto?

Que el aprendizaje tiene muchos más beneficios aparte de la adquisición de nuevos conocimientos.

Si cuidas a tu plantilla con formación tendrás un equipo más motivado e implicado con los objetivos de tu empresa.

Motivation power

Un equipo más participativo que se identificará con tu proyecto y lo dará todo por mejorarlo. Porque se sentirá parte de él.

¿Y a quién no le gusta sentirse parte de algo?

No subestimes el poder del sentimiento de pertenencia (en realidad es un superpoder para tu organización).

¡Supermotivación; superimplicación; superequipo!

Vale… ya paramos. Nos hemos emocionado y nos hemos venido un poco arriba.

Pero lo pillas, ¿no?

Con los datos que te hemos dado antes puedes medir el beneficio financiero, pero eso es solo uno de los cuatro indicadores para medir el ROL:

  1. Beneficio económico directo.
  2. Productividad en el desempeño de tareas.
  3. Desarrollo de habilidades específicas (¿has oído hablar del TSD? Pues a eso nos referimos: Targeted Skill Development).
  4. Función de la formación como impulsador del crecimiento de la empresa.

¿Dónde puedes ver todo esto?

Pues en los niveles de satisfacción laboral: equipo feliz; clientes felices.

«Los clientes no son lo primero; lo primero son los empleados. Si cuidas de tus empleados, ellos cuidarán de tus clientes.» – Richard Branson dixit. Y no le ha ido mal en la vida.

No hace falta decir que el aprendizaje (como todo), te va a cundir más en un equipo con buen rollo: si la relación entre tu plantilla fluye, todo su conocimiento se retroalimenta.

Y eso mola.

¡Buen rollito!

Y, además, si se trata de un equipo pequeño, te resultará más fácil hacer un seguimiento de la inversión.

¡Hala! Ya te hemos explicado cómo funciona eso del ROL y te ha quedado clarito que no debe calcularse solo en términos económicos directos, sino que hay que tener en cuenta un beneficio indirecto muuuuy importante en forma de productividad empresarial.

Y ahora que sabes cómo calcular el ROL en tu empresa, ¿a qué esperas para saber cómo están funcionando tus formaciones?

Por cierto, si se te hace bola eso de sacar métricas de aprendizaje… No worries, nuestra herramienta te da un montón de datos para que empieces a medir el ROL y no se te escape ni una.

Y además, te traemos algo muy chulo: una demo gratuita de Zapiens para que pruebes nuestra aplicación de gestión del conocimiento en tu organización.

¿Qué nos dices?

Solicita ahora tu Demo GRATIS.

Con todos los cerebros de tu organización conectados entre sí, tu equipo será más productivo que nunca.